viernes, julio 29

ANTE EL CUADRO PICTÓRICO



ANTE EL CUADRO PICTÓRICO

¿Cuál es la palabra correcta? Observar, ver, mirar, admirar o contemplar. No lo sé.

Pero entre un cuadro pictórico y el proceso interpretativo que se da con el espectador resulta confuso. Formular una verdad absoluta para explicar lo que sucede exactamente, es casi imposible; pero, se afirma que es un lenguaje comunicativo estrechamente íntimo. La teoría del arte y la psicología incluso, tratan de "revelar" ese proceso.

A nosotros como espectadores; solo nos queda "cultivar" nuestro juicio estético, y eso demanda cierto aprendizaje. Para degustar cuadros es necesario comprender cuatro sencillos pasos:

No1- El primer paso es darnos la oportunidad de apreciar un cuadro, NO FORZAR LA MENTE, NI MUCHO MENOS LAS EMOCIONES; todo tiene que fluir de manera espontánea.

No 2- Debemos ENRIQUECER NUESTRO ACERVO SENSORIAL Y MADURAR NUESTRAS VALORACIONES ESTÉTICAS; para ello, no hay formula, solo se logra: informándose, leyendo filosofando, auto cuestionándose, y sobre todo, dejarse llevar por la intuición.

No 3- ENTENDER QUE UN CUADRO ES: DISFRUTABLE. Esa es precisamente la clave y el resultado último que uno busca. No significa "adjetivar" la obra, mucho menos explicarla. Lo que realmente debemos hacer es "sentir". Eso sin duda requiere de un gran ejercicio de contemplación, algo que en nuestros días se torna un gran reto.

Y No 4- ASUMIRSE COMO ENTE CRITICO, diferenciar lo bueno de lo malo, lo malo de lo peor, lo peor de lo pretensioso, lo decorativo de lo vehemente, saber separar la chatarra de lo nutrimental; estéticamente hablando.

Estar frente a un cuadro es reactivar estados reflexivos, conferir beneficio y desarrollo creativo, sugiere y provoca fisgonear en lo imaginativo. Esa es precisamente la gran diferencia; una obra de arte perdura en su estética porque no representa una moda, una necesidad de inmediatez. La estética de la obra consiste no en adaptarse o satisfacer cánones, sino en potencializar al ser constructor de ideas; Que convierta al espectador en confabulador de paradigmas. En ello estriba precisamente la labor del arte, canalizar intelectos.

Hay algo que los teóricos han llamado “goce o placer estético”, no es más que una experiencia que invade sensaciones de regocijo y que deja un buen sabor mental. Llámese: confianza en sí mismo, valor, flexibilidad, elevada capacidad para la asociación, capacidad intuitiva, fineza en la percepción, capacidad crítica, inquietudes intelectuales, características afectivas, soltura, libertad, entusiasmo, tenacidad y/o profundidad....solo ahí; una obra estará cumpliendo su cometido: Invitar al espectador a la contemplación y florecimiento del propio archivo intelectual o sensitivo, dotarlo de cualidades atónitas, pesarosas y transformativas.

Sin embargo, nuestro estado de ánimo, nuestra disposición de apreciar, nuestra madurez estética o nuestra educación por el arte… por mencionar algunos elementos del ritual hermenéutico; a veces lo impide: al arte sea cual sea su disciplina, hay que llegarle neutro, sin tabúes, prejuicios o exaltaciones del sabelotodo; insisto, lo repito; para abordar cualquier producto estético, debemos disfrutarlo. No hay más.

Como decía: Pablo Picasso (1881-1973) Pintor español.” El arte es una mentira que nos acerca a la verdad “.

Por recomendar: Si un día tiene curiosidad, le invito a que en -YOUTUBE- haga la búsqueda “Women In Art”, y experimente ese poderoso goce de la pintura. Le repito solo déjese llevar.

http://www.youtube.com/watch?v=nUDIoN-_Hxs
 NOTA: Si después de contemplarlo, encuentra reminiscencias de especulación, entonces, habría indagaciones que necesitan ser atendidas. Eso estimula ver pinturas, ahora descúbralo en alguna exposición, la vivencia es mayor.

AMILCAR VENEGAS CISNEROS

 Articulo publicado en el diario local Redes del Sur